LOS PRIMEROS POBLADORES DE AMÉRICA
Hasta hace unos años siempre se había pensado que los primeros pobladores de
América eran de origen asiático y que pasaron desde Asia a Norteamérica a
través del estrecho de Bering. El estrecho de Bering fue una unión terrestre
que comunicaba Norteamérica con Asia oriental y que se pudo ser utilizada como
puente de paso gracias a que en la última glaciación retrocedieron los mares y
dejando al descubierto un terreno apto para pasar a nuestros antepasados. El
retroceso de los mares, se produjo durante la glaciación debido a un aumento
del agua congelada. Las latitudes más septentrionales del norte del planeta se
cubrieron de profundas capas de hielo.
Pero después de 70 años dando en las clases la historia de la prehistoria y
narrando los hechos antes descritos, resulta que se han dado cuenta de que
probablemente estaban equivocados, o por lo menos, la información era
incompleta.
Los primeros pobladores de América no pasaron solo por el estrecho de
Bering hace unos 11.000 años. Sino que, migraron a través del Atlántico y/o a
través del océano Pacífico desde Australia o la Polinesia. Esto ha molestado a
mucha gente. Entre ellos, los indios americanos masacrados y recluidos por los
europeos colonizadores y que ahora con los nuevos descubrimientos, encuentran
que pueden tener un origen europeo, que pueden tener el mismo origen que sus
invasores.
TEORÍAS DEL
POBLAMIENTO DE AMÉRICA
LA TEORÍA
AUTOCTONISTA
A fines del siglo XIX, el argentino Florentino Ameghino planteó que el ser humano habría evolucionado en las Pampas argentinas, y desde aquí migró al resto del planeta. Se basaba en el descubrimiento de algunos huesos que habrían pertenecido al "Protohomo Pampeanus" ("Antiguo Hombre de la Pampa"). Este postulado causó gran revuelo cuando fue presentado en París en 1879.
Según Ameghino, en el periodo mioceno de la era terciaria, un grupo de mamíferos planoangulados habría empezado a erguirse para buscar sus alimentos. Su evolución habría dado origen al Tetraprotohomo, el Triprotohomo, y el Diprotohomo, hasta llegar al Homo pampeanus ("Hombre de la Pampa"). Estos géneros se habrían difundido primero en Norteamérica y luego en el Viejo Mundo cruzando supuestos “puentes intercontinentales” a fines de la era terciaria.
En 1908, el antropólogo Alex Hrdlicka rebatió esta teoría autoctonista, demostrando que:
a) Los estratos geológicos donde
encontró los huesos, no eran de la era terciaria; sino de la cuaternaria.
b) Aquellos restos eran de monos americanos y felinos mezclados con huesos de humanos recientes.
c) A fines del terciario no existían “puentes intercontinentales” que unieran América con el Viejo Mundo.
b) Aquellos restos eran de monos americanos y felinos mezclados con huesos de humanos recientes.
c) A fines del terciario no existían “puentes intercontinentales” que unieran América con el Viejo Mundo.
LA TEORÍA
ASIÁTICA
ÁLEX HRDLICKA
En 1908, antropólogo
Álex Hrdlicka planteó que los primeros pobladores de América fueron los
cazadores paleomongoloides asiáticos que ingresaron navegando en balsas por el
estrecho de Béring a finales de la glaciación de Winsconsin (10000 a.C.
aproximadamente). Hoy se sabe que no fue navegando, sino caminando por el Istmo
de Beringia, un faja de tierra que quedó descubierta por el descenso del nivel
del mar a finales del periodo Pleistoceno. Los inmigrantes asiáticos habrían
ingresado por el valle de Yucón de Alaska, para después avanzar por el resto
del continente.
Esta teoría se apoya en las semejanzas antroposomáticas entre el hombre
asiático y los amerindios : cabellos lacios y oscuros, ojos con pliegue
mongólico, pómulos anchos y salientes, dientes en forma de pala, rareza de
pilosidad en la cara, la "mancha lumbar" en los bebés.
Hrdlicka era partidario del origen monoracial del poblamiento de América. Según él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un conjunto de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático mongoloide.
Es importante recalcar que Hrdlicka era firme partidario de un poblamiento reciente, para él las primeras bandas llegaron recién hacia el 10000 a.C., al finalizar la úlima glaciación (Wisconsin) del periodo Pleistoceno.
Si bien es cierto, la teoría asiática es ampliamente aceptada por la comunidad científica internacional, Hrdlicka tuvo y tiene detractores. El punto más atacado es su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa, por ejemplo) consideran que, aparte de los mongoloides, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; es decir sostienen una tesis poliracial.
Hrdlicka era partidario del origen monoracial del poblamiento de América. Según él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un conjunto de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático mongoloide.
Es importante recalcar que Hrdlicka era firme partidario de un poblamiento reciente, para él las primeras bandas llegaron recién hacia el 10000 a.C., al finalizar la úlima glaciación (Wisconsin) del periodo Pleistoceno.
Si bien es cierto, la teoría asiática es ampliamente aceptada por la comunidad científica internacional, Hrdlicka tuvo y tiene detractores. El punto más atacado es su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa, por ejemplo) consideran que, aparte de los mongoloides, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; es decir sostienen una tesis poliracial.
LA TEORÍA
OCEÁNICA
PAUL RÍVET
Esta
teoría fue planteada por el francés Paul Rivet, quien sostiene que aparte de
los asiáticos, también los oceánicos (melanésicos y polinésicos) contribuyeron
en el poblamiento inicial del continente americano.
La teoría de Paul Rivet también es llamada poliracial, ya que acepta varias corrientes migratorias, como la asiática, melanésica, polinésica, incluso la australiana.
Rívet se ocupó de demostrar que los melanésicos y polinésicos de Oceanía también poblaron América antigua.
La teoría de Paul Rivet también es llamada poliracial, ya que acepta varias corrientes migratorias, como la asiática, melanésica, polinésica, incluso la australiana.
Rívet se ocupó de demostrar que los melanésicos y polinésicos de Oceanía también poblaron América antigua.
Teoría de procedencia melanésica de Paul Rívet
La
Melanesia es un conjunto de islas de Oceanía, como Nueva Guinea, Nueva
Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji. Sus habitantes son de raza negra y tienen
fama de ser buenos navegantes. Según Paul Rívet, a comienzos del Holoceno, los
melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín
y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para
luego dispersarse a otras regiones del continente americano.
Sus
principales argumentos son:
1.
Antropológicos: semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres
de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.C.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.
4. Lingüísticos:
semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica.
Teoría de procedencia polinésica:
Los maoríes, grandes
navegantes de las islas polinésicas, habrían cruzado el Pacífico y llegado a la
costa oeste de Sudamérica. Aunque estos viajes habrían sido recientes (unos
1000 a.C.), dejaron muchas huellas de su presencia en las culturas de este
continente.
Rívet sustentó esta teoría al descubrir las semejanzas entre las culturas maorí y quechua del Perú:
Rívet sustentó esta teoría al descubrir las semejanzas entre las culturas maorí y quechua del Perú:
1. Semejanzas
lingüísticas: palabras maorís semejantes al quechua: kumara (camote), uno
(agua), pucara (fortaleza), etc.
2. Semejanzas
culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos,
dioses y leyendas.
Es importante recalcar
que la semejanza cultural entre las cultura polinésica y quechua es
incuestionable; sin embargo, algunos estudiosos consideran que éstas se deben,
principalmente, a viajes realizados por navegantes peruanos en la época
pre-hispánica. En 1947, para demostrarlo, el noruego Thor Heyerdal realizó un
viaje en la balsa Kon Tiki, partiendo del Callao con rumbo a la Oceanía. Llegó
después de tres meses de navegación a su destino, en el archipiélago de
Tuamotú.
LA TEORÍA DE PROCEDENCIA
MENDES CORREIA
El portugués Antonio
Mendes Correia fue el principal defensor de una inmigración australiana, a
través de la Antártida. Según su teoría, los australianos utilizaron sencillas
balsas para llegar a Tasmania, y pasar luego a las islas Auckland y la
Antártida. Este gélido continente habría sido atravesado cuando gozaba de un
“óptimun climáticus” (periodo de clima óptimo), unos 4 000 años a.C., durante
el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas,
habrían arribado al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde,
poblaron la Patagonia.
Mendes Correia estudió en la década de 1920, a los indígenas de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel y chozas en forma de colmena. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.
Mendes Correia estudió en la década de 1920, a los indígenas de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel y chozas en forma de colmena. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.